3. Pero al salmista le interesa sobre todo el otro retrato, en el que desea reflejarse: el del hombre que busca el rostro de Todopoderoso (cf.No hay pedazo más delicado para un estómago malicioso que la carne de un enemigo; se lo traga sin mascarlo, como hacen los glotones. Sir Richard Baker¿Te condena el mundo por tu celo en el servicio de